GEOLOGÍA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN EL CONCEJO DE LLANES
GEOLOGÍA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN EL CONCEJO DE LLANES
La Geología (del griego “geo”, tierra, y “logía”, estudio), analiza desde muchos puntos de vista nuestro planeta Tierra.
Cuando vamos dando un paseo por la naturaleza, la geología nos rodea. Es ella la que condiciona la altura de las montañas, la situación de los valles, el trazado de los ríos, el relieve de la costa, las arenas de las playas, la vegetación y, por supuesto, al ser humano en el trazado de sus caminos y en la ubicación de sus pueblos.
Seguro que nuestro venerado San Roque, siempre en compañía de su fiel amigo, caminante y observador de la naturaleza, supo disfrutar de las maravillas geológicas en su peregrinar.
Sirvan estas líneas para divulgar, una serie de aspectos geológicos que, desde el Este al Oeste del Concejo de Llanes, pueden disfrutarse a la vez que se realiza el Camino de Santiago. Para poder observar algunos de ellos, es necesario desviarse del trazado original, pero merece la pena.
La costa Oriental de Asturias, se caracteriza geológicamente por la presencia de dos tipos de rocas: calizas y areniscas.
Las calizas, con sus procesos de disolución, dan lugar a acantilados altos y verticales y a un trazado recortado, de pequeñas playas y cabos, con numerosos islotes. En el interior, los mismos procesos de disolución originan las cuevas, galerías y el típico paisaje kárstico.
Las areniscas, que tienen diferentes procesos de erosión, conforman las Sierras Planas y aportan arena para la formación de las playas.
Para una mejor compresión del recorrido, éste se ha dividido en dos partes: (1) Camino cuyo trazado discurre por el Concejo al Este Llanes y (2) al Oeste de Llanes.
El límite Este del Concejo de Llanes, es el rio Cabra, que en su discurrir atraviesa rocas areniscas a las que erosiona generando una gran parte de la arena de la Playa de la Franca.
Ya dentro del Concejo nos encontramos con los “Bufones de Santiuste”, declarados Monumento Natural en 2001.
Los “bufones” son grietas y chimeneas abiertas en la roca caliza del acantilado conectadas con el mar
Cuando hay marea alta y la mar está fuerte, un gran volumen de agua empujado por las olas entra con gran fuerza por la parte inferior del bufón y sube por el estrecho canal provocando un silbido o bufido característico que es el que da el nombre. Esto es debido a que las olas comprimen el aire que está en las grietas y chimeneas conectadas con la superficie. Aire, agua, arena y algas, son expulsados al exterior a presión, formando en la superficie surtidores de agua pulverizada, visibles a gran distancia, que pueden llegar a alcanzar más de veinte metros de altura.
Dado que la existencia de este fenómeno está directamente ligada con la fuerza de la mar, es mucho más probable verlos con fuertes marejadas, que se producen más desde el final del verano a finales del invierno.
A continuación está la “Playa de Cobijeru”, de las llamadas “playas de interior”; no está directamente abierta al mar, sino que recibe el agua del mar por dos conductos subterráneos. En esta playa, además de la arena, hay cantos debidos al transporte del rio Las Salces procedentes de las rocas de la Sierra Plana que desemboca en la misma playa. Declarada Monumento Natural en el 2001.
Siguiendo hacia el Oeste, nos encontramos con la playa de Pendueles, donde a su izquierda, en marea baja, pueden verse los “Bajos de Novales”.
Estos “bajos” presentan un aspecto muy llamativo por la rítmica alternancia de capas de diferente composición (calizas, areniscas y pizarras). Si nos aproximamos más en la observación, veremos que algunas calizas están formadas exclusivamente por fósiles.
Siguiendo el camino nos encontramos con la localidad de Puertas de Vidiago, donde si nos desviamos hacia la costa, podemos contemplar en días de marejada los “Bufones de Arenillas”, declarados Monumento Natural en el 2001.
Esta zona de la costa, además nos permite ver una serie de cuevas y galerías, que crea un paisaje kárstico característico de gran belleza.
Si en este momento del recorrido del Camino de Santiago, decidimos realizar el tramo hasta Llanes por el Sendero Europeo GR-E9, después de atravesar por el puente de madera el Rio Purón, cruzando el pueblo de Andrín, en dirección a Cué, nos encontramos con el Mirador de la Boriza, donde podemos contemplar dos hermosas Playas (“Andrín” y “Ballota”), de fina arena blanca y cantos rodados grisáceos y rojizos, debido a los materiales que aparecen en sus acantilados. No podemos dejar de fijarnos en el “Castru de Ballota”, imponente islote calizo con acantilados de más 50 metros de altura, donde anidan innumerables gaviotas.
Merece la pena bajar hasta la propia “Playa de Ballota”, donde a su derecha, se puede observar una serie de capas de caliza roja fuertemente plegadas que nos hacen pensar las enormes fuerzas que fueron necesarias para que se dieran tales formas.
Ahora tenemos dos opciones para llegar a Llanes, ambas de gran belleza.
La primera se realiza por una senda a media ladera de la Sierra Plana de Cué, que llega hasta la Capilla del Cristo, desde donde descenderemos a Llanes.
La Sierra Plana de Cué forma parte de un conjunto de tres sierras planas existentes en la zona oriental de Asturias (Nueva, Cué y la Borbolla) . Son elevaciones montañosas de roca arenisca, próximas a la costa de escasa altura, vértices anchos y plano y orientadas todas ellas en la misma dirección. Aquí se encuentra ubicado el campo de golf y tiene excelentes vistas sobre Llanes.
La segunda opción, nos lleva por el pueblo de Cué, la “Playa de Toro” hasta Llanes, entrando por el Puerto.
La “Playa de Toró”, es una playa singular, donde además de la fina arena blanca y cantos de caliza gris, hay gran cantidad de rocas calizas, con formas puntiagudas, que aparecen dispersas entre la arena y son debidas a la intensa disolución de las mismas.
Después de un merecido descanso, podemos realizar un paseo por la parte antigua de Llanes, donde además de poder visitar la Iglesia de Santa María de la Asunción de LLanes (XIII-XV), Capilla de Santa Ana (XV), Capilla de la Madalena (XIII), Capilla de la Guía (XVI) y Capilla de San Roque (antigua Hospedería de Peregrinos del siglo XIII), podemos disfrutar de innumerables restaurantes donde recuperar fuerzas.
La siguiente jornada, inicia la ruta del Camino de Santiago por el Oeste de Llanes.
El primer punto de interés geológico muy próximo al trazado del Camino que nos encontramos es la “Ensenada de Poó”, entrante con forma de concha, que forma la Playa de su nombre, donde el agua marina se mezcla con el agua dulce de rio Vallina, desarrollando una zona de marisma con escasa profundidad y escasas corrientes muy buena para el baño. Debido a ello, en marea baja puede verse en la arena húmeda, unas ondulaciones perfectamente alineadas “marcas de corriente”, que marcan claramente la dirección y el sentido de la misma.
El mayor arenal de la costa oriental de Asturias es el de “San Martin”, para llegar a él es necesario desviarse del Camino una vez pasado Poó y seguir el trazado de la senda costera GR-E9; para recorrer este arenal, la marea debe estar baja. En mareas vivas se puede acceder andando por un tómbolo (elevación arenosa de escasa altura que une una playa con su islote), al Castro de San Martín.
Pasando Celorio y siguiendo el trazado del Camino nos encontramos con la “Playa de Borizu” y su tómbolo que la une en marea baja con la Isla de Arnielles.
La “Ensenada de Niembru” está en pleno Camino y es un estuario al que aporta las aguas el rio Calabres. La parte más interior está formada por fangos donde numerosas aves encuentran su alimento. Es una zona de gran belleza tanto en marea alta como baja.
Para visitar la “Playa de Torimbia”, también es necesario desviarse del Camino, pero merece la pena, se llega a ella través del Pueblo de Niembru. Es un entrante con forma perfecta de concha, debido a que las puntas que la cierran son rocas calizas (menos erosionables), mientras que el fondo son rocas areniscas (más erosionables), que hace que la ladera tenga una pendiente no muy acusada y con una abundante vegetación. Su zona superior, tiene unas grandes vistas.
Continuando hacia el Oeste, y en el propio trazado del Camino, nos encontramos con la “Playa de San Antolín”, de más de un kilómetro de longitud con arena muy fina y blanca. Las arenas son debidas a los aportes del Río Bedón y a los materiales erosionados de los acantilados de la propia playa.
Otra de las llamadas “playas de interior”, es la “Playa de Gulpiyuri”. Tanto en su formación, como en su aspecto es muy parecida a la Playa de Cobijeru y fue declarada Monumento Natural en el 2001.
A partir de este punto el Camino discurre por el interior atravesando Naves, Villahormes y Nueva para llegar al límite Oeste del Concejo de Llanes por la zona de Guadamía.
Vicente Gómez Ruiz de Argandoña
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