HACIENDO HISTORIA…
Según cuentan las crónicas, y las crónicas
no mienten, las Populares fiestas en honor del Peregrino de Montpellier
nacieron en Llanes en el siglo XIII, celebrándose en tal lejana fecha
para solemnizar la inauguración de la Hospedería de San Roque como albergue
de peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Continuaron celebrándose
periódicamente las romerías en honor de San Roque y como obsequio del
pueblo de Llanes a los peregrinos que transitaban, de todos los puntos
de Europa, por este obligado paso, a Santiago de Compostela, hasta mediados
del siglo pasado en que adquirieron otro carácter que, si bien no conservan,
sirvió de acicate que hizo perdurar a través de los años las patriarcales
costumbres de sus fundadores con el hospitalario carácter de los Llaniscos
traducido más tarde en el de San Roque a los forasteros.
1571. Este año el arcipreste Don Juan Pérez Nieto lego a
la Capilla de San Roque del Hospital dos ducados para ayuda de aderezarse
el aposento de la capilla y para ayuda de las camas para pobres. Este
clérigo era, a la vez, cura de Valdellera (Posada).
1626, en virtud de Bula del Papa Urbano VIII se cedieron
las capellanías de San Roque a los señores curas beneficiados de la parroquia.
Se concertó entre el licenciado J. de Valdés, colegial de San Salvador
de Salamanca, y Rodrigo del Valle Noriega, arcipreste vicario, y Lucas
de Rivero, estos, capellanes de las capellanías de la iglesia de San Roque,
extramuros de esta villa.
1726. - El mayordomo de la cofradía de San Roque y San Sebastián,
Don Ventura Radillo (sucesor de Juan Pariente, el que hospedó a Carlos
I), sostiene pleito con los Beneficiados.
1786 También hay
datos que demuestran que el entusiasmo de los pancarinos por San Roque
no es de ayer. Ese año una peste se desarrolló en Pancar y, por acuerdo
del Cabildo y Municipio de consuno, se llevó procesionalmente la efigie
del Santo, el día 24 de Abril, a La Carúa y Pancar.
1839, al celebrar los Sanroquinos la primera Salea del nuevo
Bando, se leía en la proa de la lancha capitana: "La Carúa con San
Roque Pancar, Cueto y La Portilla triunfarán siempre en la Villa".
Lo cual prueba que hasta el Cuetu era de San Roque.
1868, no pudiendo celebrarse la Fiesta de San Roque el día
16 de Agosto con motivo de la pertinaz lluvia, dieron los Sanroquinos
posteriormente en la Plaza Mayor una suculenta comida a los pobres y regalaron
a la Sociedad de San Vicente de Paul setecientos reales producto de una
rifa, según reza el atento acuse de recibo firmado por la presidenta de
aquella Asociación, doña María de la Concepción Posada y doña María del
Carmen Valdés.
1871 celebró San Roque su última, incomparable y bella
Salea que terminó con un refresco en la Plazuela del Santo, convertida
en hermoso jardín, brindando uno de sus capitanes, el Procurador Don Benigno
Fernández Pola: Por el mar y por la tierra San Roque siempre da guerra.
1872 dieron los Sanroquinos en los salones del Ayuntamiento
el primer baile de sociedad que se celebró en Llanes.
1873, el día 15 de Agosto, al oscurecer, con numeroso acompañamiento,
se traslada la imagen de San Roque a la Iglesia Parroquial y, celebrada
la misa el día 16, retorna procesionalmente a la Capilla.
1874 hizo por primera vez entrada la procesión en la Plaza
Mayor donde funcionaba una fuente con caprichosos cambiantes de agua,
primera y única que se ha visto en Llanes.
1881 tomó parte en las Fiestas de San Roque la Banda de Música
de Pola de Siero, primera que de fuera de la localidad asistió a las fiestas
de Llanes.
1884 San Roque reparte en Llanes el primer programa anunciador
de sus festejos.
1886 adoptan los Sanroquinos el distintivo de las siemprevivas.
1888 aparece iluminado el primer kiosco de música visto en
Llanes.
1891 celebran los Sanroquinos el primer Baile de Sociedad
en el Teatro, cuyo escenario aparece convertido en caprichoso jardín,
en cuyo centro se destaca una fuente con un elevado surtidor de agua.
1892 se reparten por los entusiastas del Bando quinientas
raciones a los pobres del Concejo, se celebra la primera Carrera de Cintas
y Exposición de Cuadros en la Plaza Mayor. Y un baile de invitación en
obsequio a los forasteros. Y en ese mismo año, se da a conocer el primer
programa con alegorías de los festejos.
¿Y para qué más? Recientes están las primeras jiras en el Paseo
de San Pedro, las primeras verbenas en la Vega de La Portilla, los doce
años consecutivos de la Banda de Ingenieros de Madrid, las Veladas Teatrales,
los Festivales Folklóricos…el Perifando, los Concursos Náuticos, El Encuentro
de Gaiteros… Esos botones de muestra de la brillante ejecutoria de un
Bando popular, que representa el alma de Llanes, sin distinción de clases
sociales, que nació con fines de hacer agradable la hospitalidad al forastero
y se reajustó celebrando los triunfos de la tradición española
que representaban los moderados, no puede morir nunca, porque el alma
es inmortal.
¡¡VIVA SAN ROQUE Y EL PERRU!!