Diario El Comercio, Gijón, abril de 2006)
Llanes vivió también con alborozo, como el resto de España, la llegada de la Segunda República, aquel primer ensayo de “democracia” en España, de la que el pasado viernes celebramos el LXXV aniversario. También vivió con preocupación todos sus avatares –los buenos y los malos, que también los hubo- y sobremanera con dolor la represión y el silencio que el régimen franquista impuso a todos los que la apoyaron. Nuestro Ayuntamiento, por una decisión de la coalición monárquica, al no presentarse a la repetición de la elecciones en mayo de 1931 (anuladas las de 12 de abril) se quedó exclusivamente con concejales de la colación “republicano-agraria”, inspirada por el Centro Republicano que se había creado pocos meses antes, el 12 de febrero de 1931.
De la alegría inicial quede como muestra lo que la prensa de la época nos señala, fundamentalmente el semanario republicano “El Pueblo”, con el que podemos reconstruir aquellos momentos: la aparición de la primera bandera republicana a las cinco y media de la tarde en nuestra villa, aquel 14 de abril, las palabras de Félix Fernández-Vega que fue quien la proclamó desde el balcón del Ayuntamiento (¿Para cuando un homenaje a uno de los más preclaros llaniscos del siglo XX, muerto en el exilio mejicano?), o la gran fiesta celebrada al día siguiente en Llanes, con sesión de la Banda Municipal, Himno de Riego incluido. El gran poeta llanisco Félix Gavito Pedregal, vinculado a la causa republicana, en contestación a los oscuros presagios de la prensa monárquica de entonces, lo describe en un curioso poema que titula “La hidra republicana”. Comienza así: “Lo cierto es que la hidra roja en Llanes / como en España entera,/ fue una mansa cordera” …. Y continúa: … “Alba soñada: histórico momento, / varios años de vida en un instante. / La Patria, en un feliz alumbramiento, da a luz la DESEADA, sin dolor: /Nació al fin, la República española / y sobre erguido mástil se enarbola / su flamante bandera tricolor / …”
Los avatares del régimen republicano también tuvieron sus consecuencias en nuestro concejo. En la revolución de octubre 1934 tuvo participación la Agrupación Socialista de Llanes, y en nuestra tierra fue el primer lugar de Asturias en que se vieron -entrando desde el este- algunas acciones de apoyo a la misma. Todo ello nos traería no muy buenas consecuencias: detenciones, cárcel para algunos, clandestinidad de la Agrupación Socialista, incluso alguna muerte indirecta…. Posteriormente, tras el golpe de estado de los militares contra la República, el desorden generado fundamentalmente en el tramo temporal de julio a setiembre de 1936, fecha esta en que la situación política se normaliza, produjo muertes llevadas a cabo por parte de elementos incontrolados. De nuestro concejo murieron en total unas cuarenta personas, militantes significados de la derecha y algunos sacerdotes, en su mayoría de especial significación antirepublicana, lo que produjo una conmoción no superada. Para esa época incluso la derecha había ajustado alguna particular cuenta, como el caso del cura párroco en Posada (muero en abril de 1934), en cuya localidad el partido Acción Agraria vinculado a la CEDA tuvo especial predicamento y financiación, y cuya curiosa historia está aún por investigar.
El inicio de la guerra trastocó toda la situación, para entonces la corporación republicana elegida en 1931 fue repuesta en su mandato, como consecuencia de las elecciones de febrero de 1936 que gana el Frente Popular. Se destituyó al gobierno municipal de las derechas instalado tras los hechos de octubre de 1934 (cedistas, lerrouxistas, monárquicos disfrazados, falangistas algunos a la postre, pocos meses después…). A partir del golpe de estado de 18 de julio de 1936 se creó un Comité de Guerra y después, normalizada ya la situación, la Gestora Municipal y el Consejo Municipal del Frente Popular. El frente de batalla con las fuerzas republicanas en retirada pasó por nuestra tierra en setiembre de 1937, en donde nuestro concejo aún fue el escenario de la ultima de las grandes batallas, la del Mazucu, la “voz mas alta de Cuera” como la titularía el poeta.
Finalizada la guerra la represión se organizó desde el primer momento, sin contemplaciones, más planificada de lo que parece. El episodio de Camplengu, donde fusilaron a 36 republicanos, entre el 24 de setiembre y el 31 de diciembre (similar para este periodo al número de derechistas muertos en toda la época republicana, referida a Llanes), abrió la brecha que no acabó hasta muchos años después. A los fusilados de este primer episodio, aquí en Llanes, deben unirse los muertos en el campo de concentración de Celorio (otro asunto pendiente de esclarecer) y todos los demás muertos en Turanzas, Biango, Mañanga, Ardisana, Vibañu, La Franca, Caldueñu…etc, algunos aún en fosas, comunes o individuales, y en ciertos casos anónimas. Fuera de nuestro concejo aún hay que añadir a estos un mayor número: los llaniscos muertos en Oviedo, Santander y otros lugares y sobretodo Gijón. En total la cifra de llaniscos republicanos fusilados supera los 300. Esperemos que en un día no muy lejano se acabe el recuento. Todos tienen derecho a esclarecer esta verdad, para conseguir que no haya muertos anónimos. Los ganadores lo hicieron, rápidamente, y está documentado. Nuestra organización, en la modesta medida de sus posibilidades, trabaja con este objetivo.
Por ello que, coincidiendo con este setenta y cinco aniversario de la II República, el Foro por la Memoria del Oriente de Asturias y su Federación Estatal hubieran culminado su trabajo de investigación y estén llevando a cabo en este fin de semana la excavación de la Fosa de Turanzas merece nuestro apoyo. No tengo duda que su trabajo será exitoso. La ayuda que prestan sacando a la luz los restos de estos cinco vecinos de Celorio, cuyas familias tenían el inalienable derecho a enterrarlos con dignidad, es muy importante. Ellos y las organizaciones a las que pertenecieron tienen el derecho a la memoria y todos la obligación de respeto a su muerte y a sus ideales republicanos. En nombre del Foro Veneranda Manzano mostramos nuestro apoyo a iniciativas como ésta, nuestro agradecimiento especial al Foro por la Memoria del Oriente de Asturias y al Ayuntamiento de Llanes por su colaboración. Para las familias nuestra adhesión. Y el testimonio de admiración y recuerdo para estos cinco republicanos ejemplares, la prueba de su muerte ahora ya es incontestable.