EL SECRETO DE NUESTRA FIESTA
UNIDOS COMO HOY ESTAMOS
LOS QUE A ESTE BANDO QUEREMOS
DE SAN ROQUE NOS LLAMAMOS
Y HASTA POR ÉL MORIREMOS.
La polémica surgió cuando en el año 1886 la primitiva imagen de San Roque fue sustituida por otra nueva y el pueblo de Pancar no lo asumió debidamente.
Los pancarinos fueron reacios al no consentir esta imagen nueva, que por otro lado, si la miramos bién, constituye una excelente talla con una viva expresión en su mirada que invita al recogimiento.
La cuestión quedó zanjada al quedarse Pancar con la imagen primitiva, volviendo las aguas a su cauce no sin antes destacar, la importancia que esta localidad tuvo dentro del contexto del Bando de San Roque.
Aunque se pase de puntillas al citar el nombre de Pancar, no se puede silenciar el nombre de RAMÓN SOBRINO PÉREZ ``El Nino´´, genuino intérprete del folklore llanisco, que tanto contribuyó al esplendor del festival que todos los 16 de Agosto se suceden en la Plaza de Parres Sobrino.
Se sabe que desde el año 1874, la procesión empezó entrando en la Plaza Mayor –ahora de Parres Sobrino- sorteando la llamada Fuente de los Dragones que estuvo situada a la altura de la casa donde D. MODESTO tenía su sastrería y comercio de tejidos.
Esta fuente que manaba caprichosos chorros de agua de cambiantes colores, fue debida a la genialidad de GERVASIO RODRÍGUEZ, padre de la añorada EULOGINA.
Anteriormente al año 1874 todos los actos tenían lugar frente a la Capilla del Santo, lugar muy reducido para interpretar la Danza Peregrina, cuya música se debe al maestro FELIX SEGURA RICCI.
Decir que San Roque nació en Montpellier, hijo del gobernador de dicha ciudad, no es ninguna novedad, como tampoco lo es decir que vestía de peregrino jacobeo a pesar de no haber viajado nunca a Santiago de Compostela.
Dio todo lo que tenía a los pobres, se dedicó a sanar enfermos de peste, contrayendo él mismo la enfermedad y para más ``Inri’’ fue encarcelado cuando lo tomaron por un maleante, muriendo en la carcel de su ciudad, cinco años después.
Nuestra villa, que sufrió fuertes coletazos epidémicos a través de su historia con cuantiosas muertes entre su población, a nadie le puede causar extrañeza la devoción que Llanes profesa al Sanador Roque.
Que la fe en San Roque no se pierda y cuando la fatalidad de una enfermedad penetre en nuestras casas, imploremos su protección divina...
PROTECCIÓN ROQUE DIVINO
TE PEDÍMOS PARA ESPAÑA
Y QUE LIBRES DE LA PESTE
A LLANES QUE TANTO TE AMA.
EJEMPLO DE ENTUSIASMO
YA NUESTROS ANTEPASADOS,
Y ESTO QUE A NADIE CHOQUE,
CON ESPLENDOR CELEBRABAN
ESTAS FIESTAS DE SAN ROQUE.
La chocolatería y cerería de Eulogina, hoy sede de una entidad bancaria, fue hace ya muchos años, cuartel general donde se programaban todas las fiestas de San Roque.
Allí se reunían los sanrocudos Gabriel Teresa, Ricardito, Gabriel Fernández, Fermín Pérez, Joaquín Fernández Vega, Bartolo Gavito y algunos más que no se pueden precisar.
Planificaban las fiestas y una vez conocido el presupuesto, si su importe se suponía elevado, estos señores solían decir:
‘’No asustaros, si llega a faltar dinero, nosotros sufragaremos el déficit de nuestro propio bolsillo’’.
Pero en la tienda de Eulogina también había sitio para las mujeres. Principalmente durante la época invernal se dedicaban a la elaboración de banderitas, farolillos y gallardetes de papel al mismo tiempo que enzarzaban las tres siemprevivas en la correspondiente hoja de hiedra.
Trabajaban con entusiasmo, impelidas por su amor a San Roque y, cuando después de la jornada agotadora, como un relax, jugaban a la lotería.
Este juego tenía una peculiaridad muy simpática.
Al cantar los números, cuando salía (es un ejemplo) el número 15 se decía, la Niña Bonita, cuando el 26, Santa Ana, cuando el 88, las dos morcillas, cuando el 18, Santa Marina...
Cuando se cantaba el número 16, la encargada de hacerlo decía: ‘’El Gloriosísimo’’ y en ese mismo momento, todas puestas en pié como si fuesen lanzadas por un resorte, inclinaban la cabeza mirando a un cuadro con la estampa de San Roque que presidía la tienda de Eulogina.
Llegaron los años difíciles pero el tesón de aquellas sanrocudas, como Las Mantillas, Las Cucas, Rosaura la de Pachín, Mercedes Montalbán, Aurora Presa, Gervasia, Mercedes y Nieves ‘’las del Arca de Noé’’, Blanca Marín y algunas más imposible de recordar, fueron las que año tras año supieron mantener el espíritu de unión y colaboración en el Bando de San Roque.
No cabe duda que los tiempos cambian y ese cambio lleva implícita una dejación que podría poner en peligro el entusiasmo y unión que siempre fue lema en el Bando de San Roque.
Una petición en forma de ruego a los jóvenes del Bando de ambos sexos para que perseveren en su entusiasmo, para conservar intactas las más viejas y puras tradiciones, con el mismo entusiasmo que derrocharon nuestros padres y abuelos.
VENGAN FIESTAS Y MÁS FIESTAS
QUE EN EL GASTAR NO HAY DOLOR
QUE TODO SERÁ MUY POCO
ROQUE SANTO POR TU AMOR.
Elías Soto Argüelles
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