¡SAN ROQUE BENDITO...!
Hace algún tiempo me preguntó una señora:
- ¿Usted a qué bando pertenece?
- Señora -le respondí- yo no pertenezco a ningún bando y, sin embargo todos ellos, la Magdalena, San Roque y la Guía tienen toda mi simpatía, porque hacen posible la unidad dentro de la variedad y porque en cada una de ellas como fondo de un paisaje de tipismo folklórico inigualable, palpita con letras de oro una palabra: Llanes
Hoy quiero dedicar este artículo al bando de San Roque y a mis buenos amigos del Bando, en cuya compañía he pasado horas imborrables. ¿Qué voy a decir de San Roque y su Bando? Poco sé de San Roque y mi condición de avecindado en Llanes hace poco tiempo me impide penetrar en las interioridades del Bando. Sin embargo, voy a escribir lo que he visto y como he visto cosas tan maravillosas quisiera en estos momentos disponer de una pluma mucho mejor cortada que la mía para poder cantar dignamente tanta belleza. No disponiendo de esa pluma, me voy a limitar modestamente a reseñar algo de lo que he visto.
Muchas fiestas tiene San Roque. El rumbo, la esplendidez del Bando se demuestra por su programa de festejos. Es admirable que personas particulares desatiendan durante días y más días sus quehaceres para ocuparse de unas fiestas que, en realidad, son de la villa de Llanes, porque todos gozan con ellas, porque llenan la villa de animación, de luz, de alegría. Con un desprendimiento ejemplar, la Comisión del Bando prepara las fiestas: organización, visitas al comercio, estudio de las fiestas... Cada año una sorpresa, algo que supere a la del año anterior. Uno de los cantares de la danza prima, una de las más antiguas de España dice:
Vengas fiestas y más fiestas
que en el gastar no hay dolor
que todo será muy poco,
Roque santo, por tu amor.
Durante todo un año soñando con estos días. ¡Cuántas ilusiones se han ido acumulando en los juveniles pechos para bailar delante del Santo el día 16 de agosto, la danza peregrina! ¡Cuántas ilusiones también se encerraron a lo largo del año en tantos corazones femeninos para bailar ese día la danza prima y el Pericote! Esas jóvenes vestidas con el mayor primor de asturianas, de aldeana llanisca, me emociona solo el verlas. Yo sé los sacrificios de muchas y de sus familiar para poder vestir esas galas, en las que se derrocha, además del buen gusto y la belleza, la suntuosidad, el dinero. Pero todo es poco para que la niña de la casa pueda bailar dignamente delante del Santo. Todas visten esos maravillosos trajes, estoy seguro, con la misma ilusión con que un día vestirán sus trajes de novia, y muchas, ya casadas, renuevan en este día la ilusión con que subieron al altar el día de su boda y ofrendaron al Santo bendito el azahar de sus ramos.
Hay que vivir el ajetreo de una casa llanisca estos días: los trajes, los collares, los pendientes, el pañuelo...y tantas cosas como encierran esos trajes femeninos. Todo estará a punto, no faltará un solo detalle porque en ello va el honor de la familia y el honor del Bando. Admirables jóvenes y admirables familias llaniscas, con vosotras estará para siempre, aunque no sea más que en el recuerdo, mi devoción a Asturias y mi amor a España. ¡Si encontrándome en mi patria y en medio de amigos me emocionaba y cautivaba, que ocurrirá con cuantos se encuentran lejos de Llanes...!
Yo he visto temblar lágrimas en los ojos de muchas y muchos pensando en estas fiestas. Eran lágrimas de amor, de devoción a Llanes y a San Roque. Un pueblo que conserva con ese amor estas tradiciones es un pueblo de personas nobles que hacen honor a su patria y a su cuna.
Llanes estos días de San Roque se transforma totalmente. No es la villa seria y tranquila de todo el año; es la alegría bulliciosa, la animación de las calles; las jóvenes a las que hemos visto todo el año, nos parecen más hermosas; los hombres, más amables y simpáticos. Todo es desprendimiento. A porfía tratan de demostrar la simpatía y la esplendidez. Las instalaciones son un modelo de buen gusto, las orquestas, el baile, parece que invitan a cantar, a reír, a gozar. Todo es contagioso y cuando vemos a tantas personas felices parece que brota de nuestro pecho un deseo de felicidad.
La fiesta del día 15 por la noche es un derroche de alegría; la llegada de la Banda es emocionante; las fiestas religiosas del día 16, sobrias, profundas, cautivan, porque ve uno que las plegarias salen del corazón. La procesión con la imagen del Santo es el momento más solemne. Vamos a presenciar en la Plaza de la Villa el acontecimiento de los acontecimiento: la Danza Peregrina, la danza prima, el clásico Pericote. La danza peregrina, bailada por niños y niñas, es de lo más emotivo que he visto en mi vida. ¿Qué significan esos bastones con los cuales se une la cadena de "peregrinos"? No conozco bien su significación, para mi significa la unión del Bando, su amor a Llanes, el deseo de continuar una cadena ininterrumpida de tradición, de padres a hijos, las costumbres ancestrales de Llanes. El mundo cambiará, habrá nuevos descubrimientos, pero el substratum de la vida llanisca permanecerá inmutable en la danza prima. Esta danza -su nombre lo dice- significa la esencia de lo llanisco, lo que no puede cambiar, lo que une a los jóvenes de hoy con los de otras épocas. Ese movimiento arrollador del fin de la danza y los vivas al Santo, denotan el empuje de un pueblo que se ha abierto camino en el mundo con una significación y un valor como muy pocos pueblos de España pueden mostrar. Esas ingenuas canciones de la danza prima, siempre con la misma cadencia, tienen un sentido religioso indudable. En cada estrofa el nombre del Santo, pidiéndole protección, ayuda, deseo de triunfo en la vida. La última estrofa canta:
Este es el último cantar
pero no la despedida
ya que nuestro corazón
quiere que San Roque viva.
En efecto, San Roque vive en el Cielo y sus amantes sanroquinos viven un año y otro, una generación y otra, estas emocionantes fiestas, que son un derroche de buen gusto, de simpatía y de amor a Llanes, a Asturias y a España.
Vicente Balbín Pechuán.
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